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El colectivo mágico


──Tienes razón, ahora veo porqué Borges decía en su cuento que El Quijote lo pudo haber escrito otra persona o que todos podíamos ser el autor. Recuerdo que esas fueron las últimas palabras que le escuché decir a mi amigo el profesor.
Era sábado por la mañana y fui entusiasmado para el aeropuerto a recogerlo. Él llegaba de la universidad de California, acababa de obtener un doctorado en literatura comparada, y decidió celebrarlo en la Isla, con sus amigos. Nos abrazamos eufóricos y comenzamos a hablar de los viejos tiempos y de las nuevas corrientes literarias. Por el camino nos dio hambre y lo invité a tomarnos una fría y a comernos unas alcapurrias en la lechonera “La Familia”, de don Pedro. Cuando llegamos, el viejo asaba un cerdo y su esposa María atendía a un turista. Al parecer el gringo le había dado un billete de cincuenta dólares, y ella no sabía distinguir si era de los buenos o de los falsos.
──¡Mirale el pájaro! ──le gritaba don Pedro. Intuí rápido que él se refería al águila que aparece en el billete y me iba a levantar para ayudar a la doñita, cuando de pronto se acercaron dos señoras religiosas, de esas que hacen su actividad proselitista los sábados por la mañana, y a María le dijeron:
──Buenos días, quisiéramos nos concediese unos minutos para compartir la palabra de Dios. ¿Sabe usted cuál es la religión verdadera?
María toda confundida les dijo:
──¡Ay, bendito, si apenas puedo notar bien el dichoso pájaro en este billete, mucho menos voy a saber esas cosas!
Don Pedro, quien no toleraba lo interrumpieran en su trabajo, les gritó a boca de jarro que se marcharan.
──¡Esta gente no ve que uno está ocupao, bendito sea Dios! Si la única religión es la conciencia. ──Dijo en voz alta.
Mi amigo al escucharle dijo: ──Benedetti.
Don Pedro, medio asustado le preguntó si le pasaba algo.
──¿Me quiere decir algo, joven?
── ¿Lee usted a Mario Benedetti?
──¿De qué vente y vete usted me jabla, jovencito?
──respondió don Luis, mientras se rascaba la cabeza.
──Mario, Mario Benedetti, el escritor.
Yo me hice el chivo loco y miré para el otro lado.
──Es que usted acaba de decir algo de mucha relevancia. Eso de que la única religión es la conciencia es un pensamiento de Benedetti, el escritor uruguayo.
──Que guayo ni que coco rayao, mire, joven, eso lo decía mi abuelo, y figúrese usted, sólo porque el tal Mario mentao como usted dice, lo jaya dicho, escrito o patentao, y sea famoso, no significa que le pertenezca a él.
Mi amigo me miraba más asombrado aún. Yo contenía las ganas de reírme porque don Pedro era analfabeto. Después de comer, nos despedimos de los paisanos y por el camino continuamos con el tema.
──Eso mi amigo es el imaginario colectivo, no hay nada nuevo bajo el sol, todo se ha hecho, es la variación lo que cuenta. Todos somos uno conectados. Todo está grabado en nuestro inconsciente; nadie piensa con exclusividad, estamos en la misma energía.
──O sea que todo queda registrado en el imaginario colectivo.
──Exacto. Fíjate, a mí me llamaba la atención los parecidos en los cuentos y en novelas y eso me preocupaba, pero luego me di cuenta de que eso es natural. Soy de los que creen, que dos escritores pueden pensar lo mismo aunque estén lejanos y no se conozcan. El inconsciente colectivo nos toca a todos, amigo. Los títulos y los finales pueden parecerse en muchos cuentos, eso no es plagio. Y si lo fuera sería plagio creativo. Ahora bien, es en el estilo, en el trato que se le da y en el punto de vista donde se adjudica la diferencia creativa.
──Ya veo, pero si esos tres elementos coinciden bastante, puede que se corra el riesgo de plagio ilegal.
──Es posible, mi hermano. En esta vida tan corta todo puede ocurrir.
Se quedó en silencio y meditativo. Lo llevé al hotel y no hablamos más del tema. De regreso a mi casa pensé que después de tantos años de estudio, mi amigo había hecho un gran descubrimiento y necesitaba tiempo para procesarlo en su inconsciente individual…
Glosario
Alcapurrias-fritura hecha con viandas de plátanos y yucca
Lechonera- lugar donde se vende carne de cerdo asada
Me hice el chivo loco-disimular que no entiende o que no ve ni oye
Guayo-instrumento para pelar viandas

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