ÚLTIMO
Me rodean muchos animalillos pero me siento solo. Cuidan de mí y me dan todo lo que necesito pero no soy feliz. Vienen con hijos que jamás vieron a uno como yo. Noto en sus grandes ojos verdes la sorpresa ante lo desconocido; no pueden imaginarse a millones como yo. Me alimentan, me bañan… Son muy bondadosos, dedican su vida a intentar repoblar la Tierra y yo soy su única esperanza. Vivo en una especie de museo. Soy el último humano que quedó congelado en la Tierra, luego de una catástrofe causada por la experimentación biogenética. Me llaman “Nada”.