El anciano se subió al autobús con bastante esfuerzo. El conductor le preguntó si se sentía bien y él balbuceó algo sobre que no había problema alguno. El hombre agrandó los ojos e hizo una mueca, como diciendo no quiero líos en mi bus. El viejo se sentó en el asiento asignado para impedidos, contiguo al del chofer. Eran las ocho de la noche, y a esa hora la ruta casi siempre estaba desértica. Solo había una pasajera sentada en el asiento trasero. Era una chica bella de ojos relucientes que sonreía dulcemente. Al instante el viejo comenzó a hablar de su esposa: ―Mi esposa ha muerto, pobrecita, apenas se movía; si caminaba tenía que medir sus pasos…Mi esposa, ¡compañera por cincuenta y tres años! Yo me levantaba primero y le preparaba el desayuno, luego le daba comida al perrito…¡Ah, el perrito! ¡Ella adoraba el perrito! Yo detesto los perros, pero las esposas son las patronas de nuestras vidas…Mi esposa esta muerta, pobrecita, la diabetes y el cáncer me la llevaron…...
MICRORRELATOS Y OTRAS HIPERBREVEDADES DE HÉCTOR RIVERO A very good source to get scripts for film school shorts,all commercial use is copyrighted and exclusive property of the author. No puede copiar, reproducir, vender, distribuir, publicar, exhibir, modificar, crear trabajos derivados, transmitir o, de cualquier forma explotar ninguno de los materiales, trabajos o propiedad intelectual pertenecientes a a este blog sin explícito permiso.