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MÁS VALE NO DECIR NADA

Pasó entonces a declarar el único testigo de los hechos: un chimpancé llamado FK, que había sido instruido por un científico para que entendiera el idioma de los sordos.
Una vez sentado el mono, un especialista en el lenguaje le preguntó con señas si él había visto al señor Fulano de tal dispararle a quema ropa a Mengano de tal.
El chimpancé se mantuvo quieto y mudo por un momento. Luego estiró sus brazos, los puso en cruz y comenzó a moverlos de abajo hacia arriba. Se detuvo, miró al juez, le enseñó los dientes, y con sus manos se cubrió las orejas, después los ojos y por último la boca. Acto seguido, se levantó y se marchó.
Intrigados, los magistrados le preguntaron al especialista qué quiso decir el mono. Éste les dijo: “El mal conoce el bien, pero el bien no conoce el mal.”

Comentarios

  1. Fabuloso relato ubicado en los extremos de la realidad, maestro.
    Curiosamente,vengo de terminar un cuentito, también situado en la orilla del cerebro.
    Felicidades.

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  2. Un caso extraño para la realidad que vivimos: el famoso mono sabio resultó un Sabio, en verdad.
    ¡Bravo!
    Saludos Héctor

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  3. Hola, Carlos y Patricia, gracias. Estoy esperando a ver quien da con una clave o señal que hay en el cuentínimo...

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  4. ¿Estás hablando del asesinato de J. F. Kennedy?

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  5. Hola, Patricia. Interesante lo de Kennedy, pero no...Voy a dar una ayudita: es un escritor...

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