LA MEMORIA ESTÁ EN UN BESO
En el día de su cumpleaños ochenta, abrió sus ojos acuosos, miró azorado para los lados, y preguntó:
─¿Quién eres tú?
Ella, siempre madrugadora, esbozó una sonrisa desdentada y le cantó:
─“Estas son las mañanitas que cantaba el rey David…”, ¡feliz cumpleaños mi amor! ─Y lo besó.
Podremos olvidar un rostro, pero un beso nunca se olvida.......
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