HUECO

Aquel hombre, sentado al borde de la gran roca, bajo un cielo sin salida, era la más convincente y viva imagen de la soledad; tanto que su misma sombra, compasiva, se desprendió de su carne para abrazarlo tiernamente con guantes de luna.

Comentarios

  1. Bonita entrada...la soledad es tan dura a veces. La foto estupenda.
    Saludos HÉCTOR y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. Saludos Su. ¡Buen fin de semana para ti también!

    ResponderEliminar
  3. me gusto leerte, buen remate para tan buen microcuento. Gracias Héctor

    ResponderEliminar
  4. Es triste que tu misma sombra tenga que abrazarte...
    Cuánta soledad hay en tu relato...
    Justamente en estos días escribí sobre huecos en el alma...... :(

    Linda esa imágen de la cabecera... luce más ahí...

    ResponderEliminar
  5. Gracias, reina. Es cierto, luce mejor ahí. Leeré tus huecos...

    ResponderEliminar
  6. "bajo un cielo sin salida"... ¿es que también el que entra al cielo debe olvidar toda esperanza?

    Saludos cordiales
    Patricia

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ASMODEUS

DE HUESOS Y PALABRAS

UN BESO POR CARAMBOLA*