ANECDÓTICO: ASÍ ES LA VIDA
En mi último año de escuela superior mi maestra de inglés se llamaba la señora Gómez. Cada vez que pasaba lista me decía Rivera. Un día, cansado de que me cambiara el apellido, le dije que no era Rivera sino Rivero, con una letra o tan grande como la rueda de un camión. Ella no me prestó mucha atención, me dijo que eso no importaba y que no existía ninguna diferencia. Fue entonces cuando yo le contesté: "Lo que usted diga señora Gomas."
jajaja.... me encantó...!!!
ResponderEliminarLas maestras de inglés siempre fueron unas viejas amargadas.... jaja
Me hiciste reír con ganas....!!!
Gracias...!!!
ja-ja-ja, que bueno, ¡pues si que era una amargada!
ResponderEliminarBuen revés Rivero, a mí me sucede cuando me llaman Parra, y les pregunto que si ellos se llaman Mc Donald les dá igual que les digan Donald.
ResponderEliminarPero a los que no les entiendo la apatía son a los que se apellidan con ñ y se dejan deletrear con n, solo por que no existe en inglés; fuera yo
,pelearía por que la agregaran.
Así es, Carlos. Esa actitud de que todo da igual o que nada importa, es la que combato. Hay que poner los puntos sobre las ies, todo en su lugar y bien claro. Gracias por comentar.
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