El despegue se llevó a cabo sin incidentes. El vuelo duró 16 minutos y 39 segundos y la cápsula amerizó en el Océano Atlántico, a 679 km de distancia del punto de despegue, 209 km más allá de lo previsto. Como resultado del mayor impacto y la prolongada espera hasta la llegada del rescate y la violencia de las olas, un poco de agua penetró en el interior de la cápsula, pero el tripulante salió sano y salvo.
Lo nombraron Adán, y el 31 de enero de 1961 fue el primer humano usado para volar al espacio exterior en el planeta de los simios.
Héctor ME ENCANTÓ. Un hurra por los simios!!!
ResponderEliminarGracias, Patricia. ;)
ResponderEliminarEl físico Stephen Hawking, quien, por su cerebro privilegiado, debería tener razones para sentirse por encima del resto de las demás criaturas del planeta, en un arranque de humildad (y de sensatez) ha dicho que “sólo somos una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella promedio”.
ResponderEliminarLos hombres experimentan con monos…otras criaturas del universo experimentan con los hombres...
Me gusta esta reinterpretación de los orígenes. Saludillos
ResponderEliminarUn relato muy mono. La verdad que seguro que Adán está muy bien amaestrado. Hector Rivero, me parece posible eso de que experimenten con hombres, pero espero que no suceda en este planeta.
ResponderEliminarAunque lo de la crisis mundial creo que es un modo que tienen las multinacionales y los bancos de experimentar con nosotros. ¿Hasta cuando aguantan estos bobos? Ese es el experimento.
Gracias, Puck y Manuel, un honor su visita. De acuerdo contigo Manuel.
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