LOS MIL Y UN DINOSAURIOS
─Te contaré el cuento del nunca jamás...
─No, no es muy original.
─Había una vez, dos...son tres, tres cerditos...
─No, ese es muy predecible.
“¡Ay, Dios mío, tengo que contarle un cuento ingenioso!”, pensó. Entonces tuvo la más brillante de las ideas y le dijo: ─“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” De ahí en adelante, Scherazada, estuvo mil noches explicándole al rey por qué el animal se quedó.
O sea que Scherezada era tatarabuelita de Monteroso y ella le heredó el cuentito.
ResponderEliminarEso;)...ja-ja-ja
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