FICCIÓN DE MUÑECO
En un punto cualquiera de la ciudad, pasa el autobús. Niños me dicen adiós. Arriba, una cúpula azul y un gran pájaro vuela en
circulos. El aire y la brisa se desliza por entre sus alas y se mantiene alto.
¿Qué lo impulsa hacia adelante?En el suelo, entre mis pies blancos, un escarabajo
arrastra a una abeja muerta. ¿A dónde se ha ido su energía? Yo estoy sentado
con los brazos congelados, no sé quién soy ni adónde voy…y lo peor de todo: no puedo moverme...
Antropomorfizando al muñeco de nieve, has abierto una puerta infinita a que cada autor le asigne los poderes y pensamientos que guste.
ResponderEliminarEl rito de que los humanos construyamos éstas figuras contiene algo Jungiano.
EL alma de los objetos es incomprensible para el alma humana...
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