USURPADO
Dormía cuando tocaron a la puerta. ¿Quién podra ser si estoy solo en este chalet, en un bosque frondoso y profundo, lejos de la ciudad?, pensé. Por si las dudas, me levanté, abrí y al asomarme no vi a nadie. Cerré y volví a acostarme. Otra vez tocaron y con paciencia volví a levantarme, pero nada. A la tercera pensé que soñaba y no le presté atención. Me desvelé un rato. Silencio.
Al fin el sueño venció mis ojos y otra vez escuché golpes. A regañadientes me levanté y la abrí de un golpe. Nada. Salí y caminé por el jardín en busca del pesado bromista, pero todo en derredor estaba quieto y callado.
Regresé a mi cuarto, pero la puerta estaba cerrada. Ahora era yo quien golpeaba. Adentro alguien roncaba…
Bravísimo Héctor, me encantó.(Por las dudas esta noche no me muevo de la cama.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja, esa es buena idea;)
ResponderEliminarSiento que cobraría mayor efecto de incomprensión si agrega una línea que diga que el personaje se encontraba totalmente solo en casa cuando vinieron a tocar,y ésto además siembra la duda de que si cuando salió a revisar su alrededor quien tocaba se metió a dormir y lo dejó afuera sin acceso.
ResponderEliminarBuen dato, Carlos, gracias, y feliz domingo!
ResponderEliminarEl pobre que tocaba desde afuera quería dormir adentro al lado de esa luna....
ResponderEliminarMuy buen cuento... me gustó mucho...!!
Un beso