N.A.D.A

Se encontraron; iban como autómatas atados a sus perros. ¿Cómo estás?, bien, ¿y tú?, BIEN, ¿qué hay?, nada, ¿y tú que haces?, nada.
Ambos prosiguieron su caminar al ritmo de sus respectivos canes y pegados a sus móviles. Nada.

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