EN EL MANGLE *
La cuarta vez que el negrito Melodía vio al otro negrito, fue antes de entrar a un túnel de luz. Esta vez aquel negrito que él saludaba tanto con su manita, no se movía en el fondo del caño, y mucho menos sonreía; pero a él no le importó porque vinieron muchos otros negritos sonrientes y le rodearon. *Recomiendo leer En el fondo del caño hay un negrito, de José Luis González