CAPERUCITA VERSIÓN BORICUA
Era una chica que usaba capa roja-azul-verde, y quería ser Miss Universe, pero terminó de centerfold en la revista Playboy. Luego conoció a un lobo, que en realidad era un reguetonero, y la engañó, dejándola embarazada. Vino un leñador, que en realidad era un político mafioso, y le prometió villas y castillos; pero la abuela, que en realidad era una fiscal federal, los atrapó "in fraganti" y los metió presos a los tres.
Pero ¿por qué la apresan a ella si su único delito es un gusto desastroso con los hombres y -quizás- ese sueño un tanto vulgar de ser Miss Universo?
ResponderEliminar¡Pobre Caperucita!
Ja-ja-ja , HOLA Cartaphilus...porque aquí todo es burundanga indefinida...sin ton ni son politico.
ResponderEliminarTu versión realista retrata muy bien el caperucitismo contemporáneo, y las realidades idiosincráticas que tenemos quienes hablamos español en cuanto al ejercicio del poder.
ResponderEliminarAsi es Carlos, y tenemos que aprovechar nuestra pluma para desahogarnos de tanto abrupto y atropello en nombre del poder por el poder.Gracias, compañero
ResponderEliminarJAJAJA me ha encantado, no quedó nadie, solo el microrelatista pa contarlo y cuidado que si abres de más la boca caes preso vos también.
ResponderEliminarMUY BUENO RIVERO!
Abrazo
A unos por cómplices y a otros por bandoleros, siempre domina la mano mayor...pobre caperucita, que no es otra cosa que el pueblo confundido...Gracias, Escarcha ;)
ResponderEliminar¡Muy bien por esa abuela! Alguien que ponga preso a un político mafioso merece un aplauso emocionado.
ResponderEliminarUn abrazo Héctor
Pero ojo, Patricia, mira que metió presa a la pobre caperucita...;)
ResponderEliminarCaray con la abuelita. Aunque esta caperucita no tenía pinta de niña buena, sino de ser un poco cantamañanas. Gracias por tu micro Héctor.
ResponderEliminarGracias por leerme, Manuel.
ResponderEliminar¡Qué pena! Con esa lencería y perdiendo el tiempo en la carcel.
ResponderEliminarBlogsaludos
Blogsaludos, Adivin...gracias por pasar...si, es una pena..
ResponderEliminar¡¡Pobre caperucita!! al final salió mal parada, aunque el lobo no era tan fiero como lo pintaban, me fio menos de los cazadores.
ResponderEliminarBonito rincón.
Un saludote, Irma.-
Gracias, Irma. :)
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