"Sin chaqueta no puede predicar en nuestra iglesia", le dijo la congregación al nuevo pastor. El siguiente domingo subió el pastor con su chaqueta, se la quitó, la dejó tendida sobre el pódium, se sentó y dijo: “Que hablé la chaqueta.”
SIN TON NI SON: MICRORRELATOS Y OTRAS HIPERBREVEDADES DE HÉCTOR RIVERO A very good source to get scripts for film school shorts,all commercial use is copyrighted and exclusive property of the author. No puede copiar, reproducir, vender, distribuir, publicar, exhibir, modificar, crear trabajos derivados, transmitir o, de cualquier forma explotar ninguno de los materiales, trabajos o propiedad intelectual pertenecientes a a este blog sin explícito permiso.
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Como dicen por ahí. Chaqueteó.
ResponderEliminarSeguramente sus palabras tendrán más sentido que las del predicador.
ResponderEliminarUn saludo indio
Puro fronte, asi dicen por acá. Gracias, Carlos. Un abrazo.
ResponderEliminarMe recurda al sabio que descubrió el planeta del Principito, hasta que no se vistió de traje nadie lo tomaba en serio.
ResponderEliminarBuen fin de semana Héctor
Eso es, si tan importante es la chaqueta...que hable ella!!!! Si es que hay quien da más importancia a la forma que al fondo. En fin. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Maite y Patricia. Gracias por pasar.
ResponderEliminarGenial... me recuerda a esos hombre de traje y maletín que van al trabajo como sin sus trajes no fueran buenos profesionales...
ResponderEliminarEn fin... alguna vez cambiaremos eso y se valuará a la persona por lo que es y no por lo aparenta...
Un beso