Me invitaron a la exhibición de una nueva butaca, la cual, según la promoción, hacía posible acercarse a Dios. Curioso y perplejo a la vez por ver tan extraño artefacto, me dirigí al lugar donde se llevaba a cabo la conferencia. Al llegar noté que había mucha concurrencia, pero aun así me hice camino lo suficiente como para estar cerca del conferenciante, un tipo narizudo y flaco, que después de unas palabras flautinas e intentos de hacer reír a la audiencia con elaborados chistes, prosiguió su charla:"Esta hermosa butaca que ustedes ven aquí cambiará y revolucionará la vida espiritual del buen cristiano y de todos aquellos que quieran acercarse más a Dios. Si señoras y señores, así como lo oyen, esto es lo último en diseño y tecnología, y como si fuera poco, está garantizada a que le devolverá la paz con Dios que tanto necesitamos. Ahí tenemos varios modelos para que usted escoja a su gusto y discreción. Tenemos la clásica matrimonial, y también la llamada del nuevo mile