LA MEJOR MERCADOTECNIA ES DE BOCA EN BOCA


     Era un pueblito casto y tranquilo como otro cualquiera sumido en el monte, hasta que un gris y aburrido domingo uno de los muchachos gritó: ¡La Virgen, he visto a la Virgen! Desde entonces, la plaza se llenó de vendedores ambulantes, aumentaron las ventas del pequeño comercio y se abrieron hoteles de gran lujo para los miles de turistas, religiosos  y feligreses que procedían de todos los confines del mundo. Al pasar el tiempo el pueblito se convirtió en una metrópolis, donde había de todo, excepto vírgenes.

Comentarios

  1. también podría llamarse La santa paradoja... jaja

    ResponderEliminar
  2. Muy bien planteado, Héctor. Una realidad aplastante. El boca a boca, el mejor marketing, luego que la calidad del producto sea buena, ya es otra cosa. En este caso, tu producto es bueno ;-)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. o los misterios de la evolución :-). Me gustó. Saludillos

    ResponderEliminar
  4. Se ve que a las vírgenes les dan dolor de cabeza las multitudes

    ResponderEliminar
  5. muy bueno Rivero
    ¡y muy cierto!!

    saludos

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Escarcha. Detras de la verdad, siempre. ;)

    ResponderEliminar
  7. Eso es progreso. El de tu micro, no el del pueblito.
    Un abrazo Hector.

    ResponderEliminar
  8. que buen desarrollo del tema. Un cuento ensayo?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ASMODEUS

DE HUESOS Y PALABRAS

CONTICINIOS