ASESINO CONFESO



Siempre me amenazaba. Cada vez que se encontraba con unos de sus amigos secuaces, le decía, “Pues aquí, no más tratando de matar al tiempo”. Un día, hastiado de su cinismo, no me contuve más y sin pensarlo dos veces lo maté. Fue en defensa propia, se los juro, mi nombre es Tiempo.

Comentarios

  1. excelente!!!! genial esté me encanto, te sigo leyendo, por mi propio bien jeje; felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno Héctor, además de acertado. El tiempo lo cura todo, es lo que dicen, así como que es el tiempo el que pone las cosas en su lugar.
    Felicidades y gracias.
    Isabel

    ResponderEliminar
  3. Irínco, me has arrancado un buena risotada.
    Isabel

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ASMODEUS

DE HUESOS Y PALABRAS

CONTICINIOS